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sábado, 16 de noviembre de 2013

Gondal y Angria. La imagineria de las hermanas Brontë

En una entrada anterior de mi blog, sobre lecturas imaginarias, hago mención hacia el final del post, sobre Gondal y Angria inventados por Anne, Charlotte, Emily y su hermano Branwell. Buscando información sobre esos mundos me encontré lo siguiente en la red. Solicite permiso al blog para reproducir de forma integra su contenido, solo solicitaron mencionar que lo encontré en el blog El espejo Gótico, dejo aquí el link al blog cuyo contenido es muy recomendable.
No suelo (de hecho es la primera vez) reproducir la información de otro blog o página, si acaso fragmentos, pero esto es muy interesante y como ya había comentado algo sobre ello, por eso me atrevo a hacerlo. El artículo original se encuentra aquí.

Gondal y Angría La imaginería de las hermanas Brontë

La literatura está llena de mundos imaginarios, no por ello menos reales que el nuestro.

Desde la Tierra Media de Tolkien a la fría Hiperbórea de Clark Ashton Smith, pasando por la mítica Cimeria de Robert E. Howard e incontables otras, la imaginación y la necesidad de crear realidades se han especializado enormemente con el tiempo. Algunos de estos mundos fueron leídos con voracidad. Otros, en cambio, han permanecido en la intimidad como un código secreto.

Entre estas realidades alternativas se encuentran tres reinos imaginarios prácticamente desconocidos: Gondal, Angria y Gaaldine., anteriores a otros paradigmas creativos como Cumbres borrascosas (Wuthering Heights), Jane Eyre (Jane Eyre) o Agnes Grey (Agnes Grey).

Durante una infancia aislada dentro de los muros de una rectoría inglesa, Ann, Charlotte y Emily Brontë se entretenían creando historias acerca de reinos imposibles de ultramar, con sus historias, intrigas y traiciones, a los que llamaron respectivamente Gondal, Angria y Gaaldine.
Técnicamente podríamos hablar de estos mundos como un paracosmos, una realidad que entra y sale de nuestra historia y geografía, pero que conserva su coherencia interna.
Los datos más antiguos acerca de Gondal, Angria y Gaaldine se hallan en un diario personal de Anne Brontë fechado 1834, donde se alude a una cantidad considerable de material acerca de estas creaciones. Lamentablemente, la prosa sobre los tres reinos se ha perdido, pero se conservan algunos jirones poéticos que nos permiten especular acerca de su naturaleza.

Hay quienes sostienen que aquel juego literario continuó a lo largo de toda la vida de las hermanas Brontë.

Todo parece indicar que los tres reinos estaban sujetos a intrigas muy reales, encarnadas por el duque de Wellington, un personaje ambiguo aunque sin duda atractivo para las muchachas.

Aquel diario de Anne Brontë sugiere que los mundos comenzaron a tomar forma en diciembre de 1827. Charlotte Brontë sugirió que las reglas del juego, inicialmente confusas, debían ser modificadas, y que cada una debía encargarse de su propio reino, que dicho sea de paso también se ubicaban en islas distintas.

Más aún, cada una de las muchachas se inspiró en líderes reales para encarnar a sus caudillos insulares, Charlotte en Wellington, Emily en el explorador William Parry, y Anne en el científico John Ross. La capital de cada isla se llamó genéricamente Glasstown, en honor a la confederación de Glasstown.

Tanto Anne como Emily Brontë, las más jóvenes de las hermanas, a menudo eran relegadas a posiciones inferiores dentro del juego, en el que también participaba un hermano llamado Bramwell. En un acto de insurrección arrancaron el reino de Gondal de los círculos que lo sostenían y comenzaron a "jugar" lejos de las enojosas directivas de Charlotte. Se cree que Emily y Anne Brontë escribieron juntas un manuscrito titulado Las crónicas de Gondal (The Gondal Chronicles), pero lamentablemente se ha perdido.

El juego, por llamarlo de algún modo, consistía en escribir en un diario en común distintos asuntos e historias relacionadas con los tres reinos. Podemos pensar en Gondal y Angria como dos páramos pantanosos basados en el condado de Yorkshire; y Gaaldine, de clima más tropical, inspirado en las islas del Pacífico. Curiosamente, Gaaldine se anexa al reino de Gondal -activamente imperial- más o menos en la misma época que Inglaterra incorporaba por la fuerza algunas islas al sur del Pacífico.

Las muchacas, como vemos, no estaban libres de influencias externas.

Para advertir la complejidad de este juego entre muchachas de catorce y dieciséis años de edad estudiemos un poco la historia de los reinos.
Los personajes de la saga de Gondal, Angria y Gaaldine son la encarnación misma de la intriga y el melodrama.

Uno de ellos es el beligerante Julius Brenzaida, acaso inspirado en el duque de Zamorna, violentamente enamorado de Rosina, quien se convertirá en su esposa y reina. En paralelo, Julius mantiene una relación blasfema y clandestina con Geraldine Sidonia, con quien tendrá una hija ilegítima: Augusta Geraldin Almeda.

El adúltero rey es confrontado por un tal Gerald, rey de Exina, pero finalmente vence y ejecuta al traidor. Luego se produce una revuelta popular y el rey es asesinado. Augusta lo sucede en el trono, pero su temperamento es igual al de su padre. Ella tiene varios amantes simultáneos, entre ellos, Alexander de Elbë, Fernando De Samara, Alfred Sidonia del Castillo de Aspin.

Una de las bases del juego era ir inventando situaciones sin meterse con los personajes de las demás. Por ejemplo, Anne no podía trabajar sobre los personajes de sus hermanas, ni ellas con los suyos, de modo que los eventos a veces toman caminos imprevisibles aunque siempre conservan una lógica inesperada.

En febrero de 1844 Emily Brontë copió sus poemas en dos cuadernos; uno sobre los poemas del ciclo de Gondal y otro llamado cándidamente Non-Gondal poetry, es decir, "poemas que no son de Gondal"; un título que habla acerca de la importancia del tema para Emily. Este último cuaderno fue descubierto en 1926, y el primero en 1933, algo que indudablemente habría escandalizado a Emily, muy pudorosa en lo que respecta a su obra.

De las tres hermanas fue ella la más sensible con respecto a la poesía, y sobre todo a la poesía de Gondal. En una nota de su diario personal, Anne comenta que Charlotte descubrió accidentalmente algunos poemas de Emily y se los alcanzó creyendo que los había extraviado. Emily Brontë, furiosa, declaró que solo el autor puede determinar cuándo debe leerse su obra.

Para ella, la poesía no era un producto ni un fin en sí mismo, sino un proceso.
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Gracias a los administradores de El espejo Gótico por permitirme reproducir aquí su excelente post.

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